Pronto lo olvidas porque el nombre habla muy bien por sí solo. Junto con su éxito, el champán se ha convertido en una marca por derecho propio, pero es importante recordar que es ante todo un vino. Pertenece a la familia de los vinos espumosos, a diferencia de los vinos tranquilos.
El 4 de julio de 2015, los "viñedos, bodegas y bodegas de champán" fueron incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este máximo galardón es un reconocimiento no sólo a un paisaje cultural, sino también a la labor de un sector que ha sabido producir, distribuir y proteger un producto único.
La superficie que puede denominarse AOC fue definida por una ley de 1927 y cubre 34.000 hectáreas. Champagne es víctima de su éxito y, a menudo, objeto de robo de identidad. ¡Solo se puede llamar champán a un vino si ha sido producido, cosechado y preparado en la zona demarcada del champán en Francia!
Champagne se divide en cuatro regiones principales. El extremo norte, la montaña de Reims, donde la uva pinot noir aporta fuerza y generosidad. La uva Pinot meunier del Vallé de la Marne, el valle del Marne, aporta frutosidad al champán rosado. Al sur de Epernay se encuentra la Côte des Blancs, de suelo calizo, y es la tierra prometida de la uva chardonnay. Más al sur se encuentra la Côte des Bar y su clima continental que produce un ligero pinot noir.
Pero dentro de estas grandes líneas hay todo un mosaico de microáreas. Cada viñedo aporta su propia identidad al vino.
Un blanc de blancs es un champagne elaborado únicamente con uvas verdes con uvas chardonnay. ¡Hasta ahora todo está listo!
Un blanc de noir se elabora únicamente con uvas azules (pinot noir y/o pinot meunier). Dos variedades de uva con piel coloreada pero interior blanco.
El Méthode champenoise (o método tradicional) es un método de elaboración de vino cuidadosamente definido para elaborar champán. A lo largo de los siglos, los viticultores de Champaña han aprendido a "domesticar sus burbujas" para garantizar la diversidad y la excelencia de sus vinos. "La gran dama del champán", Madame Clicquot, ya en el siglo XVIII se atrevió a desafiar las reglas y mejorar esta técnica.